Leandro Lozano
Cuando era más chico, y se cortaba la luz en la casa de mis viejos, nos quedábamos todos en la cocina sentados. Mirábamos fijo la vela que hacia equilibrio en el medio del plato hondo, transparente. Se iluminaban nuestras caras. En silencio esperábamos ansiosos que vuelva rápido la luz, para poder encender el televisor.